Todos los años los lobbies privados de la industria de EE.UU. –la llamada Alianza Internacional de la Propiedad Intelectual (IIPA), que agrupa a la Association of American Publishers (AAP), la Business Software Alliance (BSA), la Entertainment Software Association (ESA), la Independent Film & Television Alliance (IFTA), la Motion Picture Association of America (MPAA), la National Music Publishers’ Association (NMPA) y la Recording Industry Association of America (RIAA)– ejercen una presión invasiva sobre el ejecutivo español a través de su Special 301 Report, un informe sobre países a los que hay que vigilar por su desobediencia a los intereses de las multinacionales de Hollywood.
Este informe coloca España entre los primeros puestos y tacha de “pirata” a toda la sociedad española, una sociedad que en realidad tiene una legislación valiosa que permite el intercambio entre iguales sin ánimo de lucro.
Este mismo informe dice también otras burradas como que hay que vigilar a Tailandia por promover programas de código abierto, pero esto hoy no viene al caso, estamos en Barcelona.
El gobierno se asusta y para complacerles se apresura a promover leyes sin sentido, como la disposición final primera de la Ley de Economía Sostenible.
Esto es grave por los siguientes motivos:
• 1- Como refleja el informe de Consumer International, la política estadounidense en este sentido mantiene una doble moral: el rigor que exigen a sus “aliados” no es el mismo que practican en su propio país, ya que la aplicación del “fair use”, vigente en su legislación, permite muchas más excepciones al “copyright” de las que permiten las legislaciones europeas.
• 2 – La industria del entretenimiento made in USA hace presión a favor del informe 301 para defender su mercado. España no es un socio en este caso, es tan solo un mercado. Pero los intereses de las industrias culturales españolas son precisamente que cese el monopolio de la industria americana y que se equilibren las cuotas de mercado.
Cuando el presidente del gobierno, en vista de la presión popular, quiso modificar la disposición final primera de la Ley de Economía Sostenible para que fuera más respetuosa con los derechos fundamentales, inmediatamente recibió la reprimenda del embajador de EE.UU: “ZP, ni un paso atrás!”
Acto seguido escribimos al embajador para verle y explicarle la situación en pocas palabras: que muy leal con su industria es normal pero tampoco es plan de cargarse la economía y cultura de otro país. Quizás sería más práctico una reforma de la industria…
Bien, esto fue hace 4 meses, y por mucho que llamemos para la cita, todavía no hay respuesta.
Entendemos que es porque no somos norteamericanas y que el embajador se debe a su pueblo, así que hoy buscaremos un amigo norteamericano para que nos ayude a contactar con el embajador para explicarle los problemas del Report 301.
En busca de un amigo (norte) americano – Segundo episodio
En busca de un amigo (norte) americano – Tercer episodio
En busca de un amigo (norte) americano – Cuarto episodio